Cuando escribo, a veces creo conveniente armonizar mi estado de ánimo con el del personaje cuya mano guía la página en curso. El tono del diálogo, la descripción del entorno, la acción, las digresiones y todo lo demás deben conducir, durante la lectura, a experimentar la emoción que busco transmitir.
Una herramienta útil para lograrlo es la música. Yo no toco ningún instrumento, pero escuchar alguna canción o melodía me ayuda. Puede bastar con rescatarla de la memoria. Tal vez el estribillo o el comienzo sean suficientes. Dependerá de cada persona.
¿Lo has probado tú?
Siendo un ejercicio de estimulación, la época de la canción es irrelevante. Quizás haya pasado de moda pero siga sensibilizándote. Aquí cuenta cómo la asocias a la labor entre manos cuando la recuerdas, sin importar cuán fiel sea al momento en que esa partitura o letra quedó grabada en tu alma.
Algunos pasajes de Hambarath nacieron o fueron reescritos así. El flashback de Ellia en el capítulo 23 se basa en la tercera estrofa de Set Fire To The Rain de Adele. Hay más de Adele en otros episodios. El ritmo de Scream & Shout de Will.i.am está presente durante una infiltración en territorio enemigo. «Bring the action» y cambiar “Rock and roll” por “Lock and load” respetando la voz del cantante me impulsaron en una escena de preparativos para esa misión.
He basado un suceso de la continuación de la novela en otra frase de esta misma canción. Se trata de “All eyes on us”. Imposible revelarte quiénes son “us”. Deberás esperar a que, de aquí a unos años, me dé por satisfecho con el resultado de la enésima reescritura y posterior maquetación antes de autopublicarla. Mientras tanto, puedes leer Hambarath al son de tus canciones preferidas.
Hace tiempo, mientras escribía, escuchaba música árabe; pero sin más.
Saludos