Esta entrada nació a raíz de un documental emitido el domingo por TV3. Tema: la adicción a las pantallas, endémica sin distinción de edad. Aprendí cómo algunas redes sociales causan tal dependencia. Podríamos llamarlo el modelo de las pequeñas recompensas: un “Me gusta”, una pizca de dopamina.
A medida que escuchaba, inspeccionaba mi actitud ante los “Me gusta” recibidos en Facebook y en este blog. Confirmé la existencia de un patrón de consulta del móvil a la espera de un motivo para segregar un poquito más de ese neurotransmisor derivado de la dopa.
Comencé a preocuparme.
En el móvil he borrado Twitter y desactivado Facebook (el sistema impide desinstalarlo). En el blog he quitado el botón de “Me gusta”; o creo haberlo conseguido, lo sabré cuando publique este texto. En Facebook he dejado una nota avisando de mi ausencia por un tiempo indefinido que, si todo va bien, serán tres años más: cuando anuncie la publicación de la siguiente novela de la saga de Hambarath.
Facebook tiene doble filo y conviene embotar el lado que puede herir a uno mismo. He apreciado resultados tan positivos como reencontrar a un amigo tras décadas sin vernos; por desgracia, los riesgos de la adicción a consultarla exceden los beneficios cuando la utilizo para promocionar la novela. Por eso, en adelante mi comunicación a través de esa red será unidireccional.
No es culpa vuestra, sino mía por tener esa debilidad. Sin embargo, esto no significa un rechazo a toda interacción con vosotros. Al contrario: la pido de nuevo, pero en forma de comentarios en el blog. ¿Qué os parece más interesante: descubrir que alguien escucha música árabe o contar los “Me gusta” resultantes del artículo que motivó tal revelación por parte de quien lo leyó? Por mi lado, me comprometo a corresponderos cuando alguna de las entradas de las blogueras y blogueros que me seguís toque una tecla en mi interior.
Voy a terminar relacionando este asunto con Hambarath: allí hay una red social cuya historia tiene que ver con la de varios personajes. Callo el resto por si la queréis leer.
Muy acertado lo que dices. Leer y responder es una tarea, pero más gratificante que ver «me gusta»; se tarda un poco más, pero es como cuando descubres que la apetitosa pierna de pollo es puro hueso. Seguiré dando «likes» y cuando me toque el tema, comento. ¡abrazo! Manolo.
Muy de acuerdo
Muchas gracias por leerme, Marina. Después de aplicar lo comentado en el blog, me siento la mar de bien. Aconsejo a cualquiera con síntomas similares que lo pruebe.